Viaje al Filobobos: El Cuajilote

El Rio Filobobos, Tlapacoyan, Ver

Llegamos por este camino de asfalto...

No fue simple....Tampoco imposible.... fue excitante.... pusimos a prueba nuestra destreza y concentración en el pilotaje.. Buena experiencia....

Mi buen Amigo Ángel Rosas y su Halcón Azul, Mi RBK y su servidor, previo acuerdo sobre el destino, la ruta, fecha y hora; realizamos el viaje. La mañana era tibia, avizorando un día soleado, idóneo para  circular por los distintos caminos de esta geografía envidiable del Estado de Veracruz.

Subimos por la curvas de la carretera federal a Perote con entusiasmo, aunque sin haber desayunado, así que nos detuvimos en la Joya, mpio. de Acajete muy conocido por un amplio conjunto de restaurantes, además de la venta de quesos, panes y otros productos; ahí degustamos de unas deliciosas quesadillas complementadas con flor de calabaza, huitlacoche, picadilllo, chicharrón, pollo u otras opciones a elegir que no recuerdo ahora. 

Pero no son las curvas rumbo a Perote las que me impresionan sino las que están entre Atzalan y Tlapacoayan, de bajada o de subida presentan un reto muy interesante, curvas muy cerradas y enlazadas, al borde precipicios sumamente profundos y tétricos, un predominante verdor de la flora,  una humedad que se transpira y se asienta en la carpeta asfáltica. Es muy frecuente encontrarte los llamados "Tortons" cargados de fruta de la región como la naranja, el zapote mamey, el plátano....  Después de una curva nos encontramos a uno  recargado a un cerro llevaba Naranjas, creo que el peso lo venció al dar la curva, afortunadamente no fue en un voladero. 

"Árbol de Papaya"

"Zona Arqueología el Cuajilote"

"Al fondo el Templo Mayor"

Pos le entramos por la desviación  que va a Villa Aldama que está un poco antes de llegar a Perote, pasamos por Cerro de León hasta encontrar la carretera que nos lleva por Altotonga, Atzalan y Tlapacoyan  en esta ciudad nos desviamos rumbo al Filo del Río Bobos hasta detenernos un momento en su puente para posteriormente subir hasta el Plan de Arroyos, cruzar Ahuateno, aunque  retornamos a un lugar que se llama Santiago donde está la desviación que lleva al Cuajilote, sobre una terraceria bajamos entre cultivos de plátano hasta las ruinas.

"Lugar donde se realizaba el Juego de Pelota"

"El Adoratorio"

"El buen Ángel Rosas"

El Cuajilote es un asentamiento  Totonaco que data aparentemente 200 d C. un sitio sumamente húmedo muy cerca del río Filobobos, mas detalles sobre estos vestigios en: http://portal.veracruz.gob.mx/portal/page?_pageid=313,4309407&_dad=portal&_schema=PORTAL

Recorríamos la zona entre la humedad y el calor cuando por su amplia explanada central hacia su arribo una procesión proveniente de Atzalan haciendo pronunciamientos de dioses Aztecas  dirigiéndose a los 4 puntos cardinales, invocaban a Huitzilopochtli, a Tonatiuh , ahí presente proporcionando la Luz, a Cinteotl, entre otros, alzando las manos entre el humo y el aroma del copal nos cargábamos (cual pilas o baterías) de buenas vibras o de  energía positiva mientras que cada quien hacia las solicitudes personales a la divinidad entre-conocida, muchos quizás de los ahí presentes, sin dejar de pensar en el maestro Jesús de la catequesis Católica, se tomaban de las manos y se arrodillaban y trataban de  ubicar en un pasado muy lejano a los dioses mencionados o resucitados en las palabras.

Cascada cerca del Cuajilote

"Debajo del Puente, el Río Filobobos"

"Iglesia de Atzalan"

"Torre de Atzalan"

Muy cerca del Cuajilote las autoridades de Atzalan realizarían un evento folclórico a la cual decidimos no quedarnos, mi amigo Ángel deseaba proseguir con la exploraciones  así que la idea era adentrarnos por un camino que no era por donde venimos y quizás encontrarnos en otro punto el río, pero después de avanzar unos cuantos metros quizás unos 400 0 500  nos encontramos  a unos policías que nos detuvieron para pedirnos nuestras identificaciones y revisarnos, nos preguntaron que hacia donde íbamos,  revisada nuestra identidad, nos dijeron que mejor nos regresáramos que las cosas estaban fuertes y calientes por ahí, mejor que ni le buscáramos, así que obedientemente nos regresamos y nos detuvimos ahí debajo del puente un rato para subir de nuevo a la sierra y pasar un rato a Atzalan e irnos a sin novedad a  Xalapa.